YOLANDA MORENO:
LA BAILARINA DEL PUEBLO VENEZOLANO
A Yolanda Moreno, la Bailarina del Pueblo Venezolano, la conocí personalmente un día “por casualidad”. Yo apenas iniciaba mis pasos por el periodismo impreso mientras me formaba en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela.
Desde
pequeña mi admiración por ella había sido forjada a través de las historias de
mi mamá sobre ella, y de sus programas de televisión que yo disfrutaba
profundamente.
El
tabloide para el que yo colaboraba, Arte Quincenal, creado y dirigido por
Teodoro Pérez Peralta, mi primer maestro periodístico, publicaba mis reseñas y
entrevistas, fue un tiempo feliz en el cual yo escogía a mis personajes para
entrevistar y tenía toda la libertad y apoyo de él.
Un día
decidí que entrevistaría a Yolanda Moreno (hagan click en la reseña, por favor) ¿Pero cómo? Yo no la conocía
personalmente ni tenía ningún contacto que me la presentara, pero en mi mente
ella aparecía como una idea fija.
Aproximadamente un mes después fui a una exposición de pintura… ¡Y allí estaba ella! Vestida con una túnica blanca bordada con flores de colores, su cabello recogido, impecable y con su cálida sonrisa. Yo me le acerqué y la saludé y ella me respondió muy amistosamente, y entonces le pregunté si ella podía concederme una entrevista.
-¡Cómo
no, claro que sí! – me dijo sonriente- Y me dio su número telefónico para
contactarla. Por supuesto para una jovencita de veinte años ese fue un regalo para
el alma, que no duró sólo para la entrevista sino para siempre, porque aún hoy
a unas cuantas décadas de ese episodio, de vez en cuando Yolanda y yo mantenemos
una hermosa conexión de almas por el hilo telefónico.
Poder
conocer a esta gran mujer de cerca es una verdadera experiencia de aprendizaje.
Para mí y para muchos, ella es “la maestra”, no sólo de la Danza Nacionalista
de la cual es creadora junto a su insigne esposo ya fallecido, el doctor Manuel
Rodríguez Cárdenas, el poeta, el cultor de “El Retablo de las Maravillas” donde
se inició Yolanda. Hablar con ella es siempre toda una experiencia, desde lo
cotidiano, hasta la historia, costumbres, formas de danzas de Venezuela,
América y el mundo, siempre deja un conocimiento nuevo, una enseñanza.
Después
de aquella primera entrevista, ella y su esposo me invitaron a ser parte de un
Comité para recaudar fondos para el Instituto de Niños Ciegos, del cual él era
el director. Así que me fui contactando con ellos personalmente, conociendo de
cerca a una pareja no sólo de creadores, sino a una de las parejas más hermosas
de nuestra historia. Él prácticamente le doblaba la edad, pero fue un amor de
danza y poesía, de tambor y de sonrisa, de alegrías, luchas y vicisitudes, ante
un país, que a pesar de haberle entregado sus vidas, los distintos gobiernos
nunca les dieron verdaderamente el
reconocimiento para construirle una sede o pagarle adecuadamente a ella, a sus
bailarines y a todo el personal entre
músicos, vestuaristas, técnicos, etc. Sin embargo como bien lo dijo una colega
hace unos años, Yolanda Moreno es “una
institución” y cualquier grupo de danzas venezolanas, aunque muchas veces
no lo reconozca, tiene el sello de Yolanda Moreno y sus Danzas Nacionalistas.
Porque a través de su trabajo creativo y de investigación de tantos años, su obra tiene un estilo, unos trajes, una
forma de peinarse y acicalarse que están prácticamente en los genes de todos
los venezolanos que sueñan danzar nuestra música.
Yolanda junto a la autora de este blog |
Un tiempo
después, se me ocurrió ponerle una melodía a un poema negroide de Manuel
Rodríguez Cárdenas de título “Habladurías”, y a ellos les gustó tanto, que
decidieron invitarme a cantar con sus músicos de Danzas Venezuela. Allí estuve
unos diez meses y con todo el dolor de mi alma no pude seguir por circunstancias
personales, sin embargo todo lo que aprendí con ella lo llevo en el corazón y
en toda mi obra creativa de Danzas Sagradas, ella no sólo me puso a cantar con
su grupo sino a danzar tres ensayos antes de una presentación porque le había
fallado una bailarina. Fue un “susto terrible” pero con ello me enseñó que si le
dices sí a un compromiso, debes salir adelante.
En aquel
tiempo ella me decía con un dejo de desencanto, que si ella moría su obra se
iría con ella, pues no veía la iniciativa de sus bailarines de formar grupos,
enseñar y velar para que la Danza Nacionalista prevaleciera. Pero hoy en día,
decenas de grupo están trabajando arduamente en toda Venezuela y Yolanda, que
ya hizo su retiro de las tablas, mas no de la enseñanza, viaja frecuentemente
invitada por ellos para darles talleres, asesorías y promover espectáculos y
festivales gratuitos en diversas ciudades del país.
Definitivamente
los artistas puros como Yolanda, mantienen una belleza natural, su edad
cronológica es un misterio para muchos, pero su rostro sin botox ni ningún
refrescamiento, su cuerpo menudo y aparentemente frágil, su mente fresca y
aguda, siguen allí para mostrarnos a esta mujer sabia, inteligente, creativa y
hermosa: Yolanda Moreno, la Bailarina del
pueblo venezolano. Y como siempre me despido, con un beso, un abrazo y una
sonrisa.
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