El Cantar de los Cantares, Sir
ha sirim Ii Selomó en el original hebreo que significa literalmente "Cantar de los cantares que es de
Salomón», es sin duda un himno al amor o mejor dicho un himno del amor de la
amada al amado; del amado a la amada. ¿Realmente se escribió con la simbología
que refieren los exégetas sobre el amor de Dios a Israel o con la posterior
concepción del amor de Cristo a la Iglesia? No lo sabemos y quizás ni los más expertos estudiosos
seguramente lo descubrirán, pero lo cierto es que el amor expresado en esta
obra poética recrea el amor humano ideal, no perfecto, porque como humano al
fin también tiene sus momentos de desencuentro, pero que supera los obstáculos
y vuelve a la unión, o quizá como en el último verso, capaz de renunciar al
amado para proteger su integridad:
¡Huye, amado mío,
imita a una gacela
o a un joven cervatillo,
por los montes perfumados!
Sin embargo a lo largo de
la historia del pueblo de Israel, vemos reflejado también el Amor de Dios, así con mayúscula, un Amor
que todo lo da, todo lo espera, todo lo perdona y que al final acoge nuevamente
a su pueblo a pesar de las traiciones e infidelidades en que incurre
permanentemente, una conexión profunda con la parábola del Hijo pródigo
Canto
Sublime
El Cantar de los Cantares, El Cantar
por Excelencia, o Canto Sublime,
es un libro canónico del Primer Testamento, cuyo nombre es “una expresión
superlativa hebrea que equivale al más excelente cántico o canción, de acuerdo
con el título que lleva en la Biblia hebrea”. Según San Jerónimo, a los judíos
les estaba prohibido el leerlo hasta que cumplieran los 30 años. Es un libro compuesto por un prólogo, cinco
poemas o cantares de amor y un epílogo que
tienen cierto orden establecido, según afirman los estudiosos del mismo pero
que no implica que hayan sido escritos en ese orden, e incluso se cree que los
últimos versículos, a partir del 8,8 se
añadieron más tarde y que tienen referencias políticas. Según La Sagrada
Biblia, Edición Ecuménica, Versión directa de los Textos Primitivos por
Mons. Dr. Juan Straubinger, el Primer Canto, donde el esposo describe la
hermosura de la esposa, está hecho a la usanza de las canciones nupciales de
Oriente, de las cuales existen paralelos en la literatura oriental.
Este libro se encuentra entre los Rollos o Megilloth
del canon judío junto con Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, y Ester, y
encabeza la lista de ellos porque era usado en la primera y más grande fiesta
del año: la Pascua. Los judíos lo llamaban El
Lugar Santísimo de las Escrituras. Al respecto vale la pena observar el
texto siguiente tomado del libro Cantar de los Cantares de Anne Marie
Pelletier: “¡Intrigante Cantar de los cantares! Su título es
un superlativo. Lo mismo que se dice
‘Santo de los santos’ para designar
la parte más sagrada del Templo,
reservada al sumo sacerdote que no penetra en él más que una vez al año, así también el Cantar de los cantares (Sir ha sirim, en hebreo) se define de antemano como una palabra
incandescente. Por otro lado, es
también de este modo como lo han
considerado a lo largo de los siglos las tradiciones judía y cristiana. "El mundo entero no vale tanto como el día en que se le dio a Israel el
Cantar de los cantares, porque todos
los Escritos son santos, pero el Cantar es el Santo de los santos”, decía Rabbí Aqiba en el siglo I de nuestra era. Sin embargo, al mismo tiempo, hay escritos que atestiguan
que el Cantar se leía en las
tabernas como invitación a beber. Hoy
incluso, en contraste con una tradición de
lectura que lo convierte en el texto predilecto de los grandes místicos, no faltan quienes leen en él exclusivamente la expresión libre del
erotismo puro.”
¿Una obra de Salomón?
Aunque en el título del
libro en hebreo se especifica que el Cantar
de los Cantares es de Salomón, y por muchos siglos se creyó que fue escrito
por el rey Salomón, hijo de David, en estudios realizados por exégetas
católicos se ha llegado a la conclusión de que fue escrito mucho después por
algún sabio que tomó prestado el nombre del rey y que posiblemente fue escrito
en el siglo III a.C., pero algunos autores refieren que fue escrito en el siglo
V o IV a.C. en Palestina.
Amor
Divino y Amor Humano
El
Cantar de los Cantares está
clasificado entre los libros poéticos de
la Biblia, dentro del Primer Testamento, aunque algunos autores también lo
enmarcan entre los libros sapienciales. En principio, es un mensaje de amor,
del más profundo amor matrimonial, que parece detenido en el tiempo más allá de
las nupcias y del encanto de los primeros tiempos de un matrimonio. Es también
un canto a la fidelidad (6.3) “mi amado
es para mí y yo soy para mi amado”, es la profundidad de una relación en el
encuentro fraterno del día a día o en la lealtad y solidaridad de la amistad
(2,16; 4,10 y 12; 5,1 y 5,2) “hermana
mía, amiga mía”, más allá de la pasión del encuentro íntimo tan bellamente
expresado en todo el canto. Pero yendo hacia una mejor interpretación del texto
en voces expertas, el Cantar de los
Cantares fue escrito para comunicar una lección moral, que según J. Paul
Tanner “A pesar de que Salomón no es el mejor candidato posible para dar
lecciones de moralidad sobre el amor matrimonial, lo hace aquí bajo la
inspiración del Espíritu pero no en función de su propia virtud, sino desde la
virtud de la mujer que supo enseñarle la más grande lección sobre el amor
matrimonial.” En otro artículo sobre el mismo tema el autor explica que desde el
punto de vista literal-didáctico se describe la relación emocional y física
entre el rey Salomón y su esposa sulamita, mientras que al mismo tiempo
reconoce que existe una lección moral que debe ser aprendida que va más allá de
la experiencia de la consumación física entre el hombre y la mujer. Así mismo el autor
Laurin toma ese punto de vista al
sugerir que la lección didáctica descansa en el área de la fidelidad y
exclusividad dentro de la relación masculino-femenina.
Por otro lado Sergio Ramírez en su escrito Cantar de los
Cantares: Introducción, Bosquejo y Notas Expositivas refiere que el
propósito del libro es triple: afirmar el disfrute del amor del hombre y
de la mujer en el matrimonio, llamar la
atención a la importancia de la exclusividad para que este amor alcance su más elevada
expresión, y apuntar al amor de Dios por
su pueblo. Ramírez cita al libro The Literature of the Bible de Ryken para
explicar que el amor descrito en la obra es eros
y no ágape y que la implicación del
poema es que la atracción mutua entre los sexos es ordenada por Dios y que el
sexo está diseñado para jugar un papel bueno y normal dentro de los límites
establecidos por el Creador. El amor en el poema –define Ryken- es también
romántico, sentimentalizado, altamente refinado y conducido de acuerdo a un
elaborado patrón social, lo cual lo aleja de la lujuria, que trata sólo del
apetito físico. Para este autor el Cantar de los Cantares, es un poema de
celebración del amor erótico, y que el
amor romántico humano puede ser bueno y una cosa sagrada, aun cuando no es algo
que pertenece exclusivamente a los adherentes de la fe judeocristiana. Así
mismo recuerda que "el cristianismo
ha glorificado el matrimonio más que cualquier otra religión; y que casi toda
la más grande literatura del amor en el mundo ha sido compuesta por
cristianos".
Esta obra llama la atención
profundamente porque ha sido objeto desde muy antiguo de estudios, análisis e
interpretaciones. Seguramente habrá más de un éxegeta en estos momentos
tratando de hallar el “verdadero significado y mensaje” de este Canto Sublime.
Al final para el creyente, ya sea judío o cristiano, lo que importa es el
mensaje primordial que se le dio desde el principio de su edición: el amor de
Dios por su pueblo Israel, y posteriormente, el Amor de Cristo por su Iglesia y
más allá en el plano del misticismo, el Amor de Cristo por el alma humana,
cuyos máximos exponentes de esa experiencia la tenemos los católicos en Santa
Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz. Lo demás son esquemas mentales,
ejercicios verbales que de una u otra forma nos aporta el pensamiento humano.
Mi
amado es para mí y yo soy para mi amado
El Cantar de los Cantares tiene como personajes principales a la Novia
y el Novio. En algunas traducciones se refieren a la Esposa y el Esposo. En
segundo lugar hay un Coro, el de las Hijas de Jerusalén, un poco a la usanza
del teatro griego y en dos partes, la intervención del poeta, quien se supone
que escribe.
En la narrativa del poema se
mencionan al rey Salomón, quien supuestamente es el protagonista del canto
junto a su amada, sin embargo algunos estudiosos han creído ver a un tercer
personaje, que sería en realidad el verdadero amado de la novia: aparentemente
un pastor. Otros personajes secundarios son la madre de ella mencionada en dos
versículos, sus hermanos y los guardias de la ciudad.
El Cantar de los Cantares, no
es un libro sólo para leer, sino para deleitarse en su poesía y delicadeza, en
su belleza y profundidad, es una obra para meditar en el tema del amor humano y
del Amor de Dios, el Padre, por su pueblo Israel y por toda la humanidad, pues
como lo dice San Juan en su Evangelio (3,16):
“Porque tanto amó Dios al mundo
que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino
que tenga vida eterna.” Y el Amor de
Dios, el Hijo, manifestado en su gran sacrificio por esa humanidad, que al
igual que Israel a veces es pura, a veces pecaminosa, a veces gozosa y a veces
doliente. Que ese Amor, con mayúscula, se manifieste en cada corazón humano y
pueda expandirse verdaderamente algún día no tan lejano por toda la Tierra,
desposado con el Amor de Dios.
Bibliografía
·
Apuntes de la Materia Introducción al Primer
Testamento. Prof. María Flores. 20.02.13
·
Biblia
de Jerusalén Latinoamericana. Edit. Desclée
De Brouwer, S.A. Bilbao. España, 2001
·
La
Biblia Latinoamérica. Editorial Verbo Divino. Coedición San Pablo.
Navarra, España. 1995
·
RAMÍREZ, Sergio.
Cantar De Los Cantares:
Introducción, Bosquejo y Notas Expositivas.
obrerofiel.s3.amazonaws.com/23.02.13
·
STRAUBINGER,
Juan. La Sagrada Biblia. Edición Ecuménica. Versión directa de los Textos
Primitivos. Edit. Libros Básicos, S.A. Edit. Desclée De Brouwer y Cía. Bs.
Aires. Argentina.1975
·
TANNER,
J. Paul. El Mensaje de El Cantar de
los Cantares.
Biblioteca Sacra, Vol.154, #614, (abril-junio 1997); pp.142-61.
obrerofiel.s3.amazonaws.com/23.02.13